¿Qué problemas de salud puede provocar un piercing en la boca?
Los problemas de salud que puede provocar el hecho de tener un piercing en la boca, no solo se restringen a la cavidad oral, también pueden afectar a la salud general de la persona. Estos son sus efectos:
- Infecciones: La herida provocada por el piercing unida a la gran cantidad de bacterias presentes en la boca y la introducción de nuevas bacterias por el manejo del piercing provoca un aumento de las infecciones en la boca.
- Transmisión de enfermedades: El piercing oral es un factor de riesgo potencial de transmisión de herpes y hepatitis B y C.
- Endocarditis: Debido a la herida dónde se coloca el piercing, hay la posibilidad que las bacterias entren en el corriente sanguíneo y puedan conllevar endocarditis (una inflamación del corazón y sus válvulas) en personas con problemas cardíacos que pueden no estar diagnosticados de antemano.
- Daño de nervios/sangrado: La colocación del piercing puede dañar el nervio y perder la sensibilidad en la zona dónde está colocado o provocar problemas de movimiento, especialmente en los piercing en la lengua. Si por el contrario se perforan algunos vasos sanguíneos, puede provocar un sangrado continuo.
- Enfermedad periodontal: La gente con piercings orales, especialmente con grandes piercings en la lengua, tienen un mayor riesgo de padecer enfermedad periodontal. El piercing puede dañar las encías provocándoles heridas y su recesión, lo que puede comportar dientes sueltos e incluso su pérdida.
- Daño a los dientes: Los golpes provocados por los piercings pueden conllevar la rotura de algún diente. Un estudio concluyó que el 47% de las personas que llevaron un piercing en la lengua durante 4 años o más, sufrieron como mínimo la rotura parcial de un diente.
- Reacción alérgica al metal: Una reacción hipersensible, llamada dermatitis, puede ocurrir en personas susceptibles.
- Tragarse el piercing: Si el piercing se suelta dentro de tu boca puede conllevar peligro de asfixia, y en caso que te lo tragues, puede lesionar tu sistema digestivo o tus pulmones.
Si a pesar de todas estas posibles consecuencias, ya has decidido ir adelante con el piercing oral, deberías tener en cuenta todos estos consejos:
Si desde que llevas el piercing no has visitado la clínica dental, contacta con tu dentista para que pueda comprobar que todo va correctamente y que no hay ningún síntoma de infección.
- Mantén el piercing siempre limpio utilizando un enjuague bucal después de cada comida.
- Intenta evitar el choque del piercing con los dientes. Ten cuidado con el piercing al hablar y al comer, sobre todo los primeros días, hasta que te hayas acostumbrado a su presencia.
- Comprueba que el piercing está en perfecto estado cada cierto tiempo para evitar que se suelte o te lo tragues.
- Cuando hagas deporte, quítatelo para evitar todo tipo de problemas.
- Visita tu dentista regularmente y recuerda mantener una perfecta higiene oral si no quieres exponerte a las infecciones: cepíllese los dientes tres veces al día y utiliza el hilo dental por la noche.
Por supuesto, la mejor manera de evitar todos estos riesgos es no hacerte el piercing o quitártelo si ya lo llevas. Así que piensa un momento si vale la pena comprometer tu salud por un capricho estético.