Paciente mujer de mediana edad que acude a nuestra clínica muy preocupada por su estética dental principalmente porque quiere «quitar el diente negro y poner un implante con una corona».
Tras un diagnóstico clínico y radiológico observamos que el diente presenta una buena inserción ósea, tiene el tratamiento de conductos realizado correctamente y sin infección periapical.
Por todo ello le proponemos a la paciente conservar el diente y optar por realizar un blanqueamiento interno del diente y colocar una corona de cerámica sin metal de Óxido de aluminio infiltrada con vidrio (corona In-ceram).
La paciente muy contenta por no tener que perder la pieza dentaria acepta el tratamiento y procedemos a realizar el blanqueamiento interno necesario para igualar el color de la corona cerámica lo más posible a los dientes adyacentes. Este blanqueamiento lo realizamos con peróxido de carbamida y lo dejamos durante una semana sin obtener grandes resultados, por lo que procedemos al tallado del diente para realizar la corona de cerámica sin metal.
El tratamiento final quedó bastante aceptable teniendo en cuanta que es prácticamente imposible igualar un incisivo central a otro sin que se note nada, y lo más importante en este caso es haber mantenido el diente propio de la paciente en boca, ya que no siempre el implante es la mejor solución para todos los problemas.
La paciente quedó muy contenta con el resultado tanto en cuanto a la estética como en el aspecto económico en comparación a un tratamiento con implante dental.