Para muchos el ronquido es la expresión de un sueño profundo. Pero para otros es un trastorno amenazante entre la pareja o incluso un peligro para la salud que tiene tratamiento. Hablamos de tratamiento del ronquido.
El Sueño
El sueño es un estado de reposo uniforme del organismo. Es una función vital porque es imprescindible (el ser humano no puede vivir sin dormir), restaurador (el sueño repara nuestro cuerpo cada día), complementario y fundamental para asegurar la vigilia (dormimos para poder estar despiertos al día siguiente), fisiológicamente necesario.
La arquitectura del sueño se caracteriza por dos estados de sueño:
• Sueño REM (o MOR) sueño de movimientos oculares rápidos. En esta fase del sueño se produce la función cognitiva, el proceso de aprendizaje memoria y concentración. Hay una hipotonía general, respiración, ritmo cardíaco y tensión arterial irregulares. En esta etapa los sujetos están poco receptivos a estímulos externos, son difíciles de despertar
• Sueño no REM (o no MOR) sueño sin movimientos oculares rápidos. Durante este sueño se produce la restauración física del organismo. El sueño no REM se divide
• Transición entre vigila y sueño. El individuo
• Sueño algo más profundo. Tono muscular algo más débil.
• y sueño más profundo y reparador.
El ronquido
El ronquido es un fenómeno acústico inspiratorio muy común durante el sueño tiene una prevalencia del 38,8 %, es un ruido respiratorio fuerte áspero o chillón que ocurre durante el sueño. Es un problema social importante más que un problema de salud. Las personas que comparte cama con alguien que ronca pueden tener dificultad para dormir.
A veces se puede acompañar de pausas respiratorias (apnea obstructiva del sueño) pudiendo suponer problemas de salud para las personas que lo padecen.
El ronquido se asocia a obesidad, estrés, tabaquismo y obstrucción nasal (rinitis, desviación de tabique etc…).
Los síntomas que nos alertan son excesiva somnolencia diurna, sensación de sueño no reparador, pérdida de memoria y dificultad de concentración. Los tratamientos son múltiples, hay tratamientos farmacológicos, ejercicios respiratorios, posiciones correctas para dormir, CPAP, dispositivos de avance mandibular (DAM) o cirugía.
Dispositivo de avance mandibular
El dispositivo de avance mandibular es un dispositivo de uso nocturno que introducido en la boca modifica la posición de la mandíbula y de la lengua, consiguiendo un avance de dichas estructuras facilitando así el paso del aire. Actúa principalmente sobre los músculos dilatadores de la faringe (geniogloso) que al reposicionarlo en una posición más anterior, consigue un aumento del tono muscular mejorando con ello su contractilidad y aumentando el calibre de las vías aéreas superiores. Por ello su efectividad es alta tanto en la disminución/desaparición del ronquido como del Síndrome de Apnea e Hipoapnea del Sueño (SAHS).
Es un tratamiento reversible, es decir, se puede dejar en cualquier momento (a diferencia del tratamiento quirúrgico). Pero su efecto terapéutico sólo se nota con su uso, de modo que si una noche no lo usamos, volveremos a presentar los síntomas del ronquido o del SAHS. La mejor manera de prevenir los pocos efectos secundarios conocidos es realizar controles periódicos con su odontólogo, para que puedan detectarse a tiempo. Por lo que el paciente que quiera someterse a dicho tratamiento, se compromete a hacer un seguimiento odontológico especializado, mientras sea usuario del mismo. Estos controles serán más seguidos al principio (variable según el paciente) y más espaciados a partir del primer año. En cada paciente se indicará el grado de seguimiento necesario, pero en general, a partir del primer año se recomienda
uno o dos controles anuales.