Recomendaciones para el paciente de prótesis fija

Los primeros días procure masticar con cuidado para no morderse.

Para tratar las heridas de las mordeduras (generalmente, muy dolorosas), puede utilizar colutorios, pomadas o geles calmantes y cicatrizantes.

Si se ha cementado la prótesis provisionalmente:

  • Es recomendable masticar por el otro lado y una dieta semiblanda, así como evitar los alimentos duros y pegajosos, para prevenir su despegamiento.
  • Preste atención a la presencia de estas molestias y al empaquetamiento o retención de alimentos entre las prótesis y los dientes de al lado o la encía, y advierta al dentista antes de cementarla definitivamente.

CUIDADOS E HIGIENE:

  1. Sea muy cuidadoso con la prótesis fija; evite partir alimentos muy duros, como frutos secos con cáscara, corazas de mariscos, etc. (que tampoco deben morderse con los dientes naturales).
  2. La higiene de la boca y de la prótesis debe hacerse inmediatamente después de cada comida, y con especial detenimiento antes de acostarse, porque durante el sueño se produce menos saliva, con lo que disminuye el efecto protector de ésta frente a la caries y la enfermedad periodontal.
  3. La limpieza se hará:
    • En las partes accesibles, con cepillo dental y pasta dentífrica fluorada (no de alta concentración en flúor, pues daña la cerámica).
    • Entre los pónticos y la encía (donde se puede acumular placa y algún resto de comida blanda que, al fermentar, pueden producir halitosis (mal aliento), con una seda especial para pónticos (esponjosa, con un extremo endurecido, de venta en farmacias)
    • En las troneras (espacios entre encías y dientes) y entre los dientes separados, con cepillos interdentales, o con seda para pónticos.
    • Al final puede utilizar un irrigador bucal, con o sin colutorio.
    • Recuerde que es importante pasar seda o cinta dental entre los dientes adosados, para limpiar esas zonas de contacto a las que no llega el cepillo normal.

REVISIONES E INCIDENCIAS:

Una vez cementadas definitivamente, las prótesis fijas deben ser revisadas por el dentista cada seis meses, para comprobar y poder corregir a tiempo la aparición de caries, inflamación de encías, movilidades dentarias, posibles descementaciones, ulceraciones, etc. Y el estado y ajuste de la prótesis. Deberá acudir al dentista siempre que detecte cualquier anomalía, y especialmente si aprecia molestias con las bebidas frías, si le sangran las encías al cepillarse o al comer, y si nota movilidad o “chapoteo” en su prótesis al morder, porque son síntomas de que se ha despegado.